Cada punta incluyendo su respectivo lado representa uno de los tres pilares del concepto, a medida que uno aumenta cada punta se aleja de la otra, así aumenta el perímetro total del triángulo, mantener la equilateralidad sería importante pues mantiene equilibrado el concepto pero a la vez es dinámico por que puede crecer con una constancia perpetua dependiendo de la persona.
Al contrario de lo que se podría creer no representa quietud por su estabilidad, representa la perpetua innovación y un escalar constante que lo que busca es sacarnos del promedio, irse alejando del común denominador poco a poco en estos 3 niveles pues lo común es estático y mediocre mientras nosotros con cada respiración buscamos acelerar. Tratar de estar siempre un poco más allá del “montón” nos puede ser de gran utilidad.
1. Espíritu: Referente al alma, espíritu es fuerza de voluntad, no es necesariamente un concepto religioso aunque esto no quiere decir que reniegue del nombre que por cultura o tradición una población o individuo le dé a su representante espiritual, mas debe estar claro que el señor que compete, es el señor de los ejércitos, el único dios es el dios el de la guerra, y la deidad guardiana es la muerte.
Es el concepto de la metafísica del combate y el espíritu de trinchera.
Si bien todos los puntos del concepto son importantes y se busca el equilibrio entre estos, la ausencia de un espíritu fuerte y una voluntad inamovible es lo más difícil de enfrentar, un guerrero débil puede entrenar su cuerpo y su técnica, un guerrero que desconoce puede ponerse en la tarea de ilustrarse pero esto solo será posible mientras tenga voluntad en el alma.
2. Cuerpo: Es la base biológica, trata sobre el combate físico y el ser natural. con una acertada base biológica se puede estar seguro de no entrar en la aberración antinatural, comprender y educar el cuerpo propio es entenderlo a un nivel fisiológico lo que dará una razón natural y una pauta de normalidad para el actuar personal.
Es la preparación para el enfrentamiento físico, la realidad en las calles no son un concurso de debates, ni una competencia de rezos, se necesita tener un cuerpo educado y presto para el combate, al atacante no le importara la razón, ni la retórica y menos en que se crea.
Quien busca herir físicamente tiene su objetivo claro y no hará preguntas, y quien va a ser atacado también debe tener una sola cosa en mente lo cual es contraatacar con efectividad.
Así como en las otras puntas estar por encima del promedio puede ser de gran ayuda, pero no debe ser por absurdas vanidades, alimentar el orgullo de vanidad es un acto femenino que hace al guerrero torpe como una estatua de porcelana; inmóvil y estética a los ojos pero fácil de quebrar.
3. Mente: refiere a la estrategia, al argumento, a la ilustración y al arte , no toda guerra se libra en un campo de batalla físico, a veces puede ser más intelectual, y en la actualidad donde anónima y cobardemente se pueden hacer chapuceras acusaciones y criticas torpes resulta más fácil dejar en evidencia la imbecilidad ajena de forma simple.
Cuando se argumenta no se hace para justificar o convencer, eso debe tener sin cuidado, tampoco debe ser para alardear pues la pose de intelectualoide es fácilmente caricaturizable, se debe hacer para dejar claro el punto de vista, independientemente de que este pueda parecerle invalido o insultante al oyente, mientras el argumento sea de peso y sustentado el dar una explicación digerible no importa, es más, si se puede hacer de forma incendiaria es más recomendable.
Así como el cuerpo puede entrenarse, incluso si no se va a entrar en conflicto o por salud, la mente puede instruirse para argumentar, para crear o simplemente por gusto.
El sonido, la imagen y las letras son elementos los cuales se pueden poner a disposición, postrándolos a voluntad por placer o por menester de expresar, hay que hacerse con ellos, convertirlos en parte del arsenal propio y usarlos transgresoramente pero a la vez con gran aplomo y elegancia.
En síntesis el triángulo busca que se sea un hombre completo en todas las áreas:
Un guerrero, un deportista, un poeta, un músico, un ilustrado de las ciencias y las letras, un militante y todo esto con base en un espíritu inquebrantable
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